Nuestos burros
Orejas peludas
Los burros
Los burros forman parte de los animales de carga más antiguos de la historia. La relación entre humanos y burros empezó hace más de 5000 años, durante los cuales los burros se han “usado” para el trabajo y el transporte, y valga decir que no siempre han sido tratados con todo el respeto que merecerían. Actualmente las maquinas, coches y tractores han reemplazado al burro. Y ha llegado el momento de ofrecer al pequeño gran amigo nuevas tareas, como la terapia asistida con burros (Asinoterapia), como ser acompañantes de senderistas en sus rutas, y como animales de hípica, tracción y carga, apreciando siempre sus cualidades y sin abusar de ellos.
Inicialmente los burros procedían de las partes más áridas, secas y montañosas de África, donde debían recorrer hasta 17 kilómetros cada día para llegar a encontrar pasto y agua. En África existen todavía burros salvajes, aunque en peligro de extinción.
En todo el mundo existen unas 180 diferentes razas de burro. Solo una parte muy reducida está registrada como raza y esta es reconocida, Se puede decir que son consecuencia de un aislamiento geográfico.
En España se contabilizan siete razas de burros, siendo las más importantes el burro catalán y el burro andaluz. En Francia por ejemplo, la raza más conocida es el burro Poitou.
Sin embargo, la mayoría de los burros son cruzados, y se les distingue por su talla, la cual oscila entre 1 m y 1,60m de altura de cruz, y los clasificamos en burros de talla pequeña, burros de talla mediana y burros de talla grande.
Sus colores pueden ser blanco, gris marrón, con manchas o negro. La marca típica de muchas razas de burros es la ralla a lo largo de la espalda y la cruz de San Andrés a la altura del hombro.
Los burros son animales muy sociables. Viven en grupos y familias, por lo cual no se aconseja nunca de tener un solo burro! No existe entre ellos un claro orden de rango, como sucede con los caballos.
Siempre se dice que el burro es un animal muy tozudo. Esta creencia es muy errónea, y viene del hecho que posiblemente a menudo no aceptan todas las tonterías que se pretenden hacer con ellos. El burro tiene sus propias ideas y es independiente. Cuando percibe un peligro se para, y primero calcula la situación en la que se encuentra antes de reaccionar. En caso contrario, podría fácilmente caer por los precipicios de su zona de origen montañosa, y eso le podría costar una fatal caída. Por lo tanto, primero se para. Eso es normalmente mal interpretado por nuestra parte. Véase: Un burro no se para sin motivo!
Un burro nos enseña a mantener una relación amistosa e intensa. Con él aprendemos a tener paciencia, a relajarnos y a reír un buen rato! Su aura armoniosa, su calma, su paciencia y su fuerza, sus ojos grandes y amables que inspiran confianza y su pelo suave, lo convierten en un compañero fiel que no perdemos de vista.
Nuestros acompañantes
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